Si
piensas que arrojando al mar las cartas
puedes
olvidar
recuerda
que solo es fuego verdadero de ésta, la noche misteriosa
donde
pierdes con acierto esos lamentos
si
te envuelves y vuelves
a
enredar.
Lo
nuevo reaparece y se transforma
y
lo pequeño que te atrona
te
supera y desespera
para
volver a descubrir el fuego que no quema
y
que reclama
que
si vuelves no me hagas despertar.
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